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Mi intención no es ser un poeta ni un juglar, solo se que es mi dicha poder plasmar lo intrínseco de mi ser, la esencia tal vez de lo que soy, en palabras, es así como las vomito de mi mente, las vomito en el papel y en el teclado, ellas solas quieren salir de mi, y dichoso soy por el que las lea, y dichoso es quien contempla un relato en el que he entregado mi pasión y mis ganas, dando paso, a mi irreverencia, que podrá sacar una carcajada, o a mi profundidad, que podrá cautivar y emocionar.

domingo, 26 de diciembre de 2010

..:: Un vistazo desde fuera::..


Desde el espacio infinito, inexplicable localización, remoto de lo lejanamente humano, donde se humillaría el más sabio de los mortales, pues imposible es saber la lejanía de aquel lugar. Se ve la galaxia, y un pequeño hombrecito, de blanca piel, dedos alargados y cráneo cuadrado, observa a través de un complejo aparato mientras flota en entre todo y la nada…

La galaxia, increíble, majestuosa, apoteósico firmamento, pequeña en comparación a incontables como ella, lo especial de esta es que en ella se encuentra nuestro planeta. El hombrecito comienza a husmear entre estrellas y la nada, algo que no se que es… Una estrella se destaca, es el sol, pero aún es muy pequeña. Violetas, anaranjados, rojos y azules son los colores que se acentúan, y aproximándose un poco mas a la galaxia se distingue con mayor intensidad nuestro sol, los planetas parecen pequeñas gotas de agua destellantes por los reflejos del sol. El hombrecito acerca su vista un poco mas, todo es calmo, tan quieto… en todas direcciones se ve solo el infinito, imposible es encontrar un limite, la imaginación no me alcanza para interpretar el mas allá… Se logra distinguir ahora un poco mas la tierra, nuestro planeta, si, al parecer quiere ver nuestro planeta, pero pasa por Marte, y con un poco de nostalgia consigue enfocar la tierra, a ahora se ve como una pequeña lenteja en el centro de una servilleta, el hombrecito acerca su vista, la tierra es hermosa desde aquí, se ve tan calma, la luna a su alrededor es como una pequeña polilla revoloteando lentamente junto a ella.

¡Que enigma!, este hombrecito husmea buscando algo, que no se que es, ahora desde mas cerca, las nubes son blancas y los continentes unas masas oscuras flotando en un charco inmenso de agua… se distingue el continente americano, disfruta mientras lo ve, le intrigan sus formas, pero puede ver aún mas de cerca, y lo hace.

Ahora se aprecian con mayor intensidad las zonas pobladas, estas son manchas cuadradas, ordenadas y con menos verde, el esplendor de la tierra es total, con sus bastas llanuras y verdes selvas. La mar, es una majestuosa reina que impone respeto con su asfixiante extensión. Ahora el pequeño hombre se acerca más a Chile, aún no comprendo que busca, al parecer solo husmea, Chile se ve delgado, pero con gran variedad de colores, vegetación, nieve, desierto, zonas pobladas y no pobladas, pero al marcianito le importan más las áreas pobladas, y sin ninguna prisa, recorres a Chile de norte a sur.

Sin razón aparente, se detiene a mirar el río Laja, lo recorre por sus orillas, espía a un pequeño pajarito que vuela haciendo nido, en su piquito acarrea cuanta rama encuentra, y con precisión de arquitecto, forja su hogar. Un hombre se baña en una orilla junto a su pequeño hijo, ambos gozan el grato momento. El marcianito acerca mas su vista y sigue el recorrido de un pequeño pez que nada en la cristalina orilla, es un pez dorado, minúsculo, del porte de un meñique, abre su hocico de forma intermitente, atrapando pequeños animalillos que flotan en la superficie.

Sigue su enigmática búsqueda de algo, sube por ríos, los recorre, como quien recorre un camino. El Bio-Bio es el nuevo blanco del pequeño hombre, y hecha un vistazo a las dunas de arena que en su superficie se asoman. Mira los puentes y sus vehículos de colores, que hacen una danza de ir y venir, esto le hace gracia, y sonríe.

Le aburre el río y lo recorre como echándole un vistazo rápido y por ultima vez, luego entra a un pequeño pueblo colindante al río, su nombre es Chiguayante, y lo hace por una orilla húmeda y pantanosa, mas a dentro, se ve una casita con su chimenea encendida, mas allá una construcción grande, parece ser un liceo, sus estudiantes entran con calma. En el cruce de la calle hay un carabinero, que le da la pasada a un joven, es un joven de estatura promedio, tez blanca y pelo castaño, el marcianito lo sigue. El joven frente al liceo se detiene, y lo observa con cautela, esto le llama la atención al hombrecillo, y le enfoca el rostro. El muchacho tiene una mirada limpia, y ojos grandes y almendrados, sobre sus labios dos lunares, uno sobre otro. De pronto, e inesperadamente para el marciano, el joven dirige su vista directamente al marciano, que enfoca en ese momento sus ojos, su mirada desde la infinita lejanía llega certeramente a los ojos del marciano. El marcianito se inquieta y se sonroja, no sabe que hacer, y comienza a alejar el zoom de su aparato. Y entonces se ve Chiguayante desde los cielos, y el joven aún mira, y sobre las nubes se pierde Chile, y América se ve pequeña. La tierra vuelve a ser una lenteja en una servilleta, y la luna revolotea en un costado. Marte se ve pequeño, luego se ve la galaxia y sus estrellas junto a sus luces violetas, anaranjadas, rojas y azules.

El espacio llena la vista del marciano, que ahora esta menos impaciente, pero aún insólitamente impactado, con rubor en sus mejillas. La galaxia ya se perdió entre tantas como ella, y es imposible determinar las descomunales dimensiones que rodean al marciano mientras flota sujetando su extraño aparato, aparato que se pliega y repliega, minimizándose y desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos. El marciano agita sus largos dedos, mientras sus cuadradas mejillas pierden el rubor, luego adopta una posición como de meditación, y se desvanece lentamente, desapareciendo por completo… enigmático final para verídica historia. Así, nada más que las estrellas alumbraron aquel escenario, que era un todo, la nada, y la misma acción, el infinito en todo su esplendor. Apoteósico resplandor, el que produce un cometa y una flor.

1 comentario:

Miizzu~ dijo...

Hola?
Sabes... leyendo, leyendo y leyendo tus entradas me di cuenta que al leer los títulos me imagino algo, pero al comenzar a leer la entrada en sí es algo totalmente diferente a lo que me imaginé... no me pasa con todas las entradas, pero sí con la mayoría.

Debo confesar que no esperaba leer cosas tan interesantes, definitivamente las apariencias engañan y creo empezaré a cuestionarme un par de cosas con respecto a eso.

Me acuerdo que un profe en la U me dijo: "una cosa es el gusto por escribir, otra el saber escribir, si logras juntar ambas cosas harás maravillas, si no... limitate a lo ambiguo y a la lectura, que de eso también puedes aprender, aunque sea buena ortografía"

Te mando saludos! y espero que tengas un lindo día mañana! :D

Matta ne~

pd: soy la chica de tuitter... la que se cree un poco psicópata xD